The Apples of Apollo:
Pagan and Christian Mysteries of the Eucharist
By
Carl A.P. Ruck, Blaise Daniel Staples, & Clark Heinrich
Paperback - 288 pages, 2000. Carolina Academic Press; ISBN: 089089924X

Reseña por José Alfredo González Celdrán

UN CONOCIMIENTO PROHIBIDO

Parece, por desgracia, inevitable que la llegada de una teoría científica revolucionaria vaya acompañada de su rechazo por parte de la comunidad científica, interesada más en mantener su propio monopolio en el status quo de sus ideas, que en abrirse a reevaluaciones y nuevos descubrimientos que pudieran enriquecer nuestro conocimiento dentro de su campo. Galileo supo de ello cuando fue amenazado de excomunión por la Santa y Apostólica Iglesia de Roma a menos que se retractara de una verdad que le había revelado el propio Dios, pero que no se hallaba en concordancia con el parecer de los representantes de este mismo Dios en la tierra.. Darwin padeció las burlas de sus colegas y de los bastiones del sistema cuando teorizó y concluyó que el hombre y el mono eran algo más que primos hermanos. Einstein presentó su revolucionaria y nueva teoría de la relatividad con una notoria escasez de años, y ello sólo le procuró la indiferencia y el rechazo por parte de sus colegas físicos, quienes se erigieron en jueces cuando tuvo la osadía de proponerla. El tiempo concede el olvido de los males, al decir de los griegos, pero también descorre el velo de la verdad. Se oponga alguien a ello o no, hoy sabemos que la tierra gira sobre su propio eje, que las especies animales no han permanecido invariables desde la Creación y que, a despecho de nuestros sentidos, las coordenadas de nuestra vida son eternamente relativas.

Traspasado el umbral del siglo XXI, ya no cabe esperar que el libre pensamiento se vea impedido por las cadenas que encontró para afianzarse en el pasado: debe esperarse que toda nueva teoría sea considerada por sus propios méritos y que no se tope con un muro de prejuicios construido a partir de comparaciones previas. Por ello confiamos en que una obra de investigación, cuyas propuestas podrán dejar al lector de cualquier modo excepto indiferente, no haya de luchar contra alguno de estos muros. Con The Apples of Apollo: Pagan and Christian Mysteries of the Eucharist (Durham, NC, Carolina Academic Press, 2001, 272 pages, 46 ilustraciones, ISBN 0-89089-924-X, http://www.cap-press.com/bookinfo.php3?id=1028) Carl A. P. Ruck, Blaise Daniel Staples y Clark Heinrich han investigado el gran mito de la civilización humana: utilizando las herramientas del análisis comparativo, y tal y como un equipo de arqueólogos excavaría los restos de un yacimiento, han sacado a la luz una verdad escondida, recomponiendo paso a paso, argumento a argumento, el andamiaje del que probablemente sea uno de los más antiguos arquetipos de la Humanidad: el hallazgo de un dios que crece bajo los árboles, cuya semilla es sembrada en la tierra por el viento y fecundada por las nubes y sus lluvias, un dios cuya naturaleza se yergue sobre una sola pierna y que luce entre la hierba y las plantas de los bosques un estípite de un blanco puro, coronado por el rojo intenso de su capitel con motas blancas. Ruck, Staples y Heinrich rastrean la Antigüedad buscando la presencia del hongo sagrado, Amanita muscaria, en la génesis y el desarrollo de diversos mitos, siguiendo una cadena que enlaza figuras tan en apariencia carentes de relación como el Perseo matador de la Gorgona, los Esenios devueltos al mundo en Qumrám y los taumaturgos más notables de nuestra era.

Quien se acerque a sus páginas deberá aceptar el reto de beber vino nuevo en odres viejos, y entonces no sólo descubrirá una nueva óptica sobre viejos temas, sino todo un nuevo método interpretativo, fructífero en su esencia y fructífero en su forma. Ya no hay dudas posibles sobre que un pequeño hongo en forma de cuerno, Claviceps purpurea, se constituía en ingrediente básico de la bebida sagrada de Eleusis, el kykeón, ni del hecho de que se constituía en agente de la experiencia mística obtenida por fieles que venían desde todo el ámbito griego para reunirse en Eleusis a celebrar los misterios y experimentar la visión mística. Una peregrinación espiritual llevada a cabo de manera similar a las deudas de fe de los musulmanes con su peregrinaje a La Meca o al camino que conduce hasta Santiago de Compostela. Tampoco caben dudas sobre la verdadera identidad de Soma, el dios que se materializaba en La India como Amanita muscaria y que se derramaba sobre sus adoradores como una dorada lluvia de beatitud, como la lluvia de oro que Zeus derramó sobre la griega Dánae para que ésta pariera al divino Perseo, el recogedor de hongos.

Sin embargo, muchos dudan todavía sobre la presencia del hongo sagrado en la estructura de nuestros complejos míticos, no importa que éstos sean griegos, hindúes, hebreos o de cualquier otra cultura del mundo. En el proceso dialógico intelectual, la respuesta más obsoleta e improductiva será siempre una inmediata negativa, el rechazo irreflexivo; la prudencia nos obliga examinar una idea con juicio y objetividad. A partir de aquí debe surgir la discusión de la idea misma. Pero esta misma prudencia desaparece cuando golpeamos los pilares de la fe. Sin lugar a dudas, el episodio más controvertido en The Apples of Apollo es el capítulo quinto, Jesus, the Drug Man, en esencia el punto de fuga de toda la obra. En él se enfrentará el lector con un Jesucristo vinculado al uso de enteógenos, un Jesucristo dispensador de gloria gracias al hongo, un Jesucristo, en suma, que atenta contra la esencia del Cristianismo que viene tras él. Este Cristianismo posterior pretende el acercamiento a Dios por la fe, por una aceptación ciega de verdades indemostrables, en lugar de por la experiencia directa de Dios.

Puede que el lector no logre desprenderse de los inevitables prejuicios en que todos nos hemos educado y ceda a la tentación de rechazar la propuesta antes de examinarla siquiera, pero éste sería un error inexcusable: los autores han obrado conforme a los más estrictos cánones académicos y aportan como apoyo a la revisión de su objeto de estudio una impresionante colección de datos a partir de todo tipo de fuentes disponible, e innumerables citas textuales procedentes de materiales de primer orden. Esta documentación, presentada como notas a pie de página conjuntamente con su asunto, le permite al lector disponer de la expresión original de los puntos que se tratan y considerar al mismo tiempo las nuevas interpretaciones que se ofrecen. Así, se concede al propio lector la capacidad de juzgar, a medida que progresa en la argumentación, el sentido de la verdadera materia prima, según su particular visión del mundo.

The Apples of Apollo nos confirma también que el carácter mistérico del Cristianismo primitivo no puede entenderse al margen del resto de movimientos mistéricos del mundo antiguo. Aún más, si todos ellos recurrían a la experiencia de Dios por medio de un enteógeno como medio para que el iniciado tuviera conocimiento de Dios mismo, ¿debe parecernos razonable que Jesús buscara convencer de su divinidad a sus hermanos judíos exigiéndoles tan sólo un voluntario acto de fe? Cuando yo era niño, el párroco nos hablaba en la catequesis de cuán malvados fueron los judíos al no aceptar la, según él, manifiesta divinidad de Jesús; pero, en realidad, si Jesús volviera otra vez al mundo proclamándose Hijo de Dios, ¿quién de nosotros lo tomaría en serio? ¿Quién de nosotros lo creería? A Jesús le sería necesario un acto de magia, un fenómeno telepático de control mental o, más sencillamente, tendría que probarnos mediante una demostración que, de hecho, Dios existe.

Los místicos Cristianos se sometían a sí mismos a terribles padecimientos (ayuno hasta padecer hambre, aislamiento análogo a una privación sensorial durante años, autotortura, etc.), todo a efectos de conseguir la experiencia de Dios; las danzas circulares de los derviches buscan un estado alterado de conciencia, y el mismo objetivo persiguen los yoguis en La India o los ejercicios respiratorios de los maestros Zen. Se trata de una tendencia universal: percibir de algún modo la divinidad. Consideremos el hachís de los sufíes o el peyote de los huicholes. La institución de la Eucaristía consiste ahora literalmente en la ingestión de un alterador de conciencia leve como es el vino, pero más turbador que la ineficacia del vino como llave para la revelación divina es que a la Iglesia le resulte preferible la idea de comer a Dios antes que la de comer la planta que, por definición, es ella misma el propio Dios, como la zarza que ardió en el Sinaí con fuego incombustible ante Moisés. El secreto de estas llamas es tan sólo uno de los revelados en estas páginas.

Huyamos, pues, de los prejuicios. Abandonemos el temor a reconsiderar nuestros dogmas bajo una nueva perspectiva. Sintamos otra vez la fascinación de lo desconocido. Recobremos la aspiración distintivamente humana de la búsqueda, aun a riesgo del dolor que pueda producirnos. Atrevámonos... Abramos las páginas de The Apples of Apollo, viajemos a través de ellas, descubramos sus propuestas y, quién sabe, puede que, después de todo, la verdad esté ahí dentro.

José Alfredo González Celdrán
Murcia, España 2001